Entre ellos no había momentos oscuros,
mas bien era un poder extraño,
demasiado poderoso, intransigente, delirante.
Inequívoco, como los Robertos
dueños del bar de la esquina.
Roberto antes de ser pirata intento sin mucha fortuna
la idea de convertirse en escritor,
se dejo crecer la barba, inoportuna la barba,
se dejo anteojos, el pelo con fiebre, rebelde,
mas que su poesía intocable.
Roberto antes de ser Roberto era Andrea
y Andrea era el nombre de un teniente
que murió antes de tiempo.
Tenía varios años mas que Roberto,
se conocían desde el colegio.
Iban al mismo colegio, al patronal de Pirque,
Pirque era un pueblo. Pirque, no sonaba,
pero orgullosos se tomaron el nombre por sorpresa.
Y pusieron sus apellidos en la arena.
Eso pasaba. Eso decían que pasaba.
Eso inventaba el alfarero de vacaciones en la costa pacifico.
Había llegado hace 5 días sin dudarlo.
Idiota de estirpe. Marca mayor.
Limpio las palabras, escribo de memoria,
cuentos, poemas, diarios, estrofas, pezones, ideas. Pero nada.
Perdonen el atrevimiento.
Puedo leer algunas frases al azar.
He escrito muchas frases con la cabeza
metida en el mismo lugar que las lombrices.
Fueron lapidarios con el pobre Roberto,
Alguna vez se alimentaron del cuerpo de Roberto,
Porque Roberto apareció con tres balazos en la espalda,
Dejaron todo en su lugar, las palabras mudas.
Y al día siguiente y al día después Roberto levito en la plaza.
A la hora de la comida. A la hora de la siesta.
El pueblo estaba permanentemente amenazado.
Vivian entre guerras huérfanas, chuecas.
El fuego, el mismo fuego de los mártires escarabajos.
La partitura quemaba.
La chimenea oía las conversaciones,
Y el poeta toco el timbre.
Le gustaría comprar un buen libro de poemas oscuros,
-Son bien buenos,
dijo la persona que preguntaba afuera de la casa,
Adentro se respiraba el perfume de la carne,
la dulzura del calor humano mas simbólico
y no sabían que contestar, estaban pegados
con los movimientos del tronco que se quemaba rapidamente
en la chimenea circular de madera vikinga, que habian pegado a la pared y cubrido con piel de robalo y rinoceronte, jabali y bacalao,
Si somos honestos esta escena no se entiende,
Estoy pensando que esto del cuento victoriano,
callate, que te van a robar la idea.
Que se creen, ya verán, tropa de huevones.
Y hurga en la misma cosa,
la cosa que pica, la arena pica, que te pica?
-están seguros, no les interesa un buen libro de poemas
escrito a mano, único, de mi autoria,
porque….yo soy el poeta que camina,
El que tiene sed y necesita que lo cubran
de atenciones y miramientos.
y me den de comer buenos pedazos de carne,
una jugosa carne cazada de frente.
- Yo soy el que llama, el que llamo y el que llamara…
No quieren dejarme entrar,
Elegí llegar de esta manera hace miles de años.
Porque sabrán que el tiempo no es un problema para mi.
Esta demente este huevon….
Jajajajajaja dejémoslo seguir, abrámosle la puerta principal,
En una de esas los perros hacen lo suyo.
Sabrá este jeton donde se fue a meter,
No se habrá equivocado de país?.
Mas bien de planeta…
Jajajajajajaja
Es verdad Don Este, usted tiene toda la razón.
No olvides los textos sagrados.
Tu crees que este desconocido de patio.
No hay que tener miedo,
No se confundan, no se confundan, grito el hombre.
Pobre hombre.
¿Y si fuera el?
Estas loca Endora!!.
Porque me dices Endora!!,
No se de puro pelotudo…
Ya le abrí la puerta,
Queeeeeeeee.
idiota,
Como dices!!
hoy es el día de la marmota.
Las pelotas.
Parecen un par de niños,
Si se vieran les daría pena,
Señor de afuera. Entre no más.
Gracias Aura,
Como sabe mi alias,
Tengo miedo.
Cálmate Endora,
Huevon no me digas Endora,
Perdóname Camila,
Esta bien no importa, dejémoslo así,
Ah!! grito Camila Endora.
Que!!
Paso por la ventana,
Pero si estamos a 15 minutos de la entrada
No se habra venido volando?
Que paso con los perros?,
Que me importan tus perros.
Me dan lo mismo esos animales.
Lo vi en la ventana de la cocina, lo juro.
Va a tocar la puerta, grito.
Esta abierta la puerta,
Ya esta aquí.
Camila,
Camila!
En la cocina solo se oían las respiraciones
Y los remordimientos,
Si se cumplían los destinos cruzados.
El destino de la sangre.
Yo soy el que llama. Dijo una voz suave.
Yo soy el que llama, dijo la voz en el oído de Camila Endora
Y Camila Endora contesto lo que sabia,
Yo soy la que escucha,
Mi nombre es Camila,
Endora dijo una voz atrás de ella.
Y el que llama se río y todos se rieron,
Yo soy el que llama repitió el hombre que vende su libro.
Quien quiere este libro.
Quien necesita la palabra del que llama.
Somos así los humanos.
Idiotas y perezosos.
Megalómanos.
Yo quiero el libro dijo Don Este,
No esta a la venta.
No pregunte cuanto cuesta.
Pero ese no es la manera.
Y cual es entonces la manera dijo una voz nueva.
Como de anciano.
Y todos miraron al anciano.
Era huesudo el anciano. Caballero elegante y antiguo.
De esos que leyeron el quijote. Y a charles, el capitán.
Escritor de poca monta.
Dueño de un cabaret de piernas, ferretería y botica.
Todo junto,
Y el anciano dijo
Yo soy el que escucha al que habla,
Y alimenta al que pasa,
quiero saber de que se trata todo esto,
Porque estaba viendo una película de gorilas
Y me quede dormido,
Perdí mis dientes y ahora hablo como Federico.
El vendedor de ataúdes,
Había que saber hablar con el.
Porque son muy necesarios los ataúdes.
Y miro su reloj castizo.
De fierro y mármol amarillo.
Bienvenido salvador,
Sed bienvenido a nuestra casa.
Estábamos esperando tu llegada.
Ósea yo no mas.
Estos jetones no entienden nada de lo que estoy hablando. Por suerte estas escribiendo en tus vacaciones todo lo que esta pasando aquí, no se como lo haces para escucharnos y escribir en el computador de tu suegro, con faltas de ortografía, en otra parte, lejos de este lugar.
gracias totoy dijeron al unísono, sentí como una brisa tibia, un cartílago sereno, algo lindo acariciándome, porque tenia un sentido escribir de estas cosas y escuchar las paredes, dejarse llevar por los cuentos y las montañas y los caballos.
Los niños corrían en el jardín.
Las mujeres y otros hombres se bañaban desnudos,
Varios llevaban tatuajes ceremoniales,
entre ellos no había momentos oscuros…
que hay de comida pregunto un niño gordito,
salchichas y papas, ensaladas, cebolla, aceitunas y datiles.
carne de animal con y sin pesuña,
animales alados frescos,
Huesos, huevos y huecos,
Y limpiaron la casa.
el anciano se quedaba a comer.
durmió en el sillón mas cómodo.
Con los pies tapaditos.
El que llama siguió anunciándose a los invitados.
Sin ser visto.
Sin ser inoportuno.
Como los Ángeles y los demonios
Pero los Ángeles saben
Y los demonios se visten de rodillas
Y se sacan la ropa
toman sol en pelotas.
Así fueron las cosas.
La mesa fue una mesa larga
Y se partió el pan
Y el pan alcanzo a todos
El que escucha, comía
El que llama hablaba masticando su sándwich
La Camila puso la cámara,
Y corrió para salir en la foto.
Era el inicio del verano.
Y todos estábamos felices.
Se veían en los cuerpos quemados por el sol
las marcas de los trajebaños,
las mujeres con sus pechugas al aire.
El que llamaba canto cientos de boleros. Y bailaron.
Repetidos en las sabanas Egipcias
del faraón Hermogenes Cuarto.
Hermogenes fue el primer faraón de la cuarta dinastía.
Que reino en Egipto por cinco mil años.
Es el padre del laxante de ciruela y principal gestor del tráfico de estupefacientes de la antigüedad, si no es por el, Lavender Livingstone nunca se habría pegado en la pera camino a su casa. Las guerras suicidas del fin de la tercera dinastía. Eso es otro tema. No quiero aburrirlos. Hasta aquí el primer capitulo.
Totoy Zamudio
Santo domingo, Chile
22 de enero de 2009
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